El Shale Continúa
La revolución del shale en los Estados Unidos continúa siendo noticia tanto por sus logros de producción —que pronostican colocarlos por encima de Russia para el 2019 como el mejor exportador de petróleo según la Administración de Información de Energía Americana (EIA)— como por los retos para el manejo del agua necesaria para su realización y las consecuencias ambientales originadas por el fenómeno petrolero.
A finales del año pasado la producción americana rondo los 10 millones barriles por día (bpd) y a final de año puede llegar a los 11 millones bpd, promediando un total de 10,6 millones Bpd en el 2018. Además se espera que la producción no decline en los próximos cinco años y obtenga su pico de producción luego de 2020. Tomando en cuenta que en el ultimo periodo de 6 meses el precio ha mantenido una tendencia de alza (15 dólares) y el cual se pronostica mantenerse alrededor de 60 $ por el resto del 2018 da una claro indicio de que el shale seguirá siendo noticia de producción en los años venideros.
Por otro lado este crecimiento ha llevado a la evolución del manejo y los costos operativos del agua así como problemas registrados de legislación y ambiente que atacan al fenómeno. Primeramente el Incremento de pozos perforados y el uso de mayor cantidad de agua debido a una mayor profundidad lateral de las perforaciones esta presionando las fuentes de agua disponibles, sumado con la posible contaminación de estas fuentes identificadas en estudios realizados por la Agencia de Protección Ambiental de US y otros impactos (actividad sísmica, calidad del aire, vías de transporte, etc.) registrados en el estudio de la Academia de Medicina, Ingeniería y Ciencia de Texas (TAMEST).
Todos estos acontecimientos auguran otro año de bastante movimiento, estudios y desarrollo en la industria del Shale que seguirán afectando la industria tanto en Texas, US y en el resto del mundo que es sumamente necesario seguir detalladamente como profesionales del sector hidrocarburos.